No hay nada como un dulce danés y un café recién hecho para el desayuno, especialmente cuando Thomas es quien prepara el café. Él tuesta sus propios granos, haciendo que sean perfectos para la perfecta taza de café. Sin importar la destreza, la competencia es la meta. Y esa es solo una muestra de la sabiduría que uno puede beber de El Camino a la Felicidad.
Lee El Camino a la Felicidad, el primer código moral basado totalmente en el sentido común, uno que puede ser seguido por cualquiera, de cualquier raza, color o credo. Traducido en más de 110 idiomas.
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